Un relevamiento de IDEA Joven muestra que quienes trabajan en las empresas tienen una percepción positiva de ellas, pero les falta sentirse parte
LA NACION
Durante el coloquio de IDEA en Mar del Plata, donde se reúnen una vez por año los empresarios más importantes del país, Javier Goñi, presidente de la entidad y gerente general de Ledesma, dijo que el empresariado está «muy lejos de los estigmas que se construyeron basados en aquellos que solo se disfrazaron de empresarios bastardeando un concepto que es motor del país».
Siguiendo esta línea, la imagen de quienes mueven los hilos de las empresas privadas era una incógnita en el segmento de los profesionales mas jóvenes, por lo que desde Idea Joven decidieron sondear la opinión de los Sub40 que trabajan en ellas. Respondieron 1000 profesionales, en su mayoría junior, pertenecientes a 220 empresas grandes, medianas y pequeñas a través de una metodología poco tradicional: la encuesta se hizo a través de WhatsApp, y «volaron las respuestas», afirman en IDEA.
Como conclusión principal, en primer lugar el 71% de los consultados tiene una imagen favorable de los empresarios, lo que «nos sorprendió al principio», dice Juan Pablo Scaserra, presidente de IDEA Joven y Gerente de Banca de Empresas de HSBC. «Este año en el Coloquio de IDEA se habló de los pseudo empresarios, aquellos que nos salpican a todos con sus malas prácticas. Pero a través de los resultados de la encuesta nos dimos cuenta de que el joven que trabaja sabe muy bien qué es lo que hace la compañía por él y por la sociedad, si cuida o no el medio ambiente, que hace por el país, por innovar. Son cosas que muchas veces no se publican. Se trata de acciones internas y de bajo perfil», agrega.
«Por otro lado la imagen positiva asciende al 84% entre quienes trabajan en Pymes. Ahí seguramente el joven tiene charlas con el dueño mano a mano, o con los gerentes que suelen ser mas cercanos, lo que es muy valorado».
Pero por otro lado, el 64% no se considera parte del empresariado aunque trabajan para empresas. Es mas, el 71% dijo que quienes forman parte del empresariado son los ejecutivos de nivel mas alto y solo el 26% consideró que está compuesto por todos los niveles en la compañía. «La gran mayoría de los jóvenes (el 87% tiene cargos junior) considera que solo aquellos posiciones de alto nivel jerárquico conforman el empresariado. Esto explicaría en parte el alto porcentaje de la muestra que no se reconoce a sí mismo como parte del empresariado», dice el informe de Idea.
Para Valentina Muda, también del comité joven de IDEA y Marketing Manager de la empresa de software de RRHH Avature, «es preocupante que los jóvenes no se sientan parte del empresariado. No tiene que ver con ser el dueño de la empresa, o tener un cargo alto, sino con sentirse involucrado con el grupo que está moviendo al país y que aporta a la sociedad». Cree «las empresas deben poner en marcha acciones para que los jóvenes se comprometan en la acción y compartan valores».
«Uno de los grandes temas que se está debatiendo en estos días está relacionado con el rol que cada uno de los actores principales de la sociedad desempeña y qué es lo que los restantes actores esperan de ellos», dice Alejandro Melamed, especialista en estrategia e innovación disruptiva de Recursos Humanos y un reconocido speaker en la materia. «Evidentemente las expectativas de los sub 40 han ido mutando en los últimos años y lo que esperan de los generadores de empleo del sector privado van mucho más allá de brindar una oportunidad laboral», dice Alejando Melamed.
«El sentido de la Responsabilidad Social Empresaria (hoy llamada también Sustentabilidad) se está resignificando hacia la contribución al desarrollo del país, estrategias mucho más sofisticadas de manejo de talento, diversidad y empleabilidad. Es una evolución muy positiva porque se está migrando de un vínculo exclusivamente transaccional (te doy-te exijo, de ambas partes) a una relación de agregado de valor compartida, donde se mira no sólo el corto plazo, sino también el mediano y el largo», agrega.
«Hoy el sentido de pertenencia de los jóvenes, sobre todo en los sub30, es una de las principales razones por las cuales va a querer desarrollar su carrera profesional en determinada compañía», concuerda Scaserra. «Obviamente trabaja por plata, pero lo impulsa de manera muy fuerte cómo se comporta la compañía, el equipo donde trabaja, el propósito de la empresa, cómo impacta en la sociedad, y ver también su granito de arena reflejado en el resultado final».
Para esto recomienda fuertemente «escuchar lo que los jóvenes tienen para decir, tratar de entenderlos. Esto a muchos managers de mas edad les cuesta muchísimo. No saben lo que se están perdiendo. Atrás de ese pibe hay quizás un mundo genial y se lo están perdiendo»
Javier Queimaliños, CEO y Co fundador de Elevenme, que se dedica al desarrollo emprendedor ideando e implementando proyectos con empresas, gobiernos y ONGs, entiende que los mas jóvenes «nacieron en democracia, cuestionan a sus padres, a sus colegios, a sus profesores y cuando trabajan también a las empresas».
¿Qué esperan de sus jefes? «Mucho feedback, mucha comunicación, que el líder salga de su rol, ser escuchados, comprendidos, considerados. Por todo esto, se las van a rebuscar por no caer en el empleo por el empleo mismo.»
En cuento a las obligaciones económicas que se van asumiendo cuando son mas grandes,y tienen mas cuentas que pagar, afirma que «la empresa debe evitar tener gente que no se va pero se quiere ir. Eso no le sirve a nadie».
«Hay una evolución en el pensamiento de qué significa ser empresario. Tradicionalmente, nos referíamos más a «hombres de negocio», es decir, personas cuyo único objetivo era generar ganancias. Hoy en día, ya los percibimos como actores clave de la economía que cumplen una función que excede largamente la rentabilidad, aunque no la excluye», dice Melamed.
Un tercio de la población inmersa en la pobreza lleva a que los jóvenes, mas despiertos con esta realidad, también intenten transformarla y hagan un llamado para que «su» compañía pueda involucrarse con esta realidad. «Hay un gran sector con necesidades básicas insatisfachas, que no tuvieron oportunidades de desarrollo, y creo que los jóvenes hoy están comprometidos con el desafío que implica ayudarlos», dice Muda, que tiene 28 años.
Sugiere que como incentivo para que esta generación se sienta parte del proyecto de la empresa, haya no solo generación de empleo sino también políticas de Recursos Humanos más inclusivas. «El eje debe ser que haya mas oportunidades para todos. Queremos involucrarnos, aunque muchas veces no sabemos cómo. En esto las empresas pueden liderar un cambio».