Publicado por control el 13 mayo, 2014 "El tiempo que se trabaja en casa es siempre tiempo que se le quita al amor, los hijos, el ocio y los momentos compartidos. Supone, por tanto, una cuota de frustración para todos que, de prolongarse, lleva a que el trabajo entre en competencia con los vínculos", advierte el psiquiatra y psicoanalista especialista en vínculos de pareja y familiares Pedro Horvat.